Algunas de las actuaciones y manifestaciones de distintos miembros y estamentos de la nueva Administración Central que están teniendo lugar en los últimos días en el terreno de la Internacionalización empresarial, están provocando interesantes debates y reacciones que denotan el alto grado de interés de las Pymes en las políticas que vayan a implementar los nuevos administradores y en las repercusiones correspondientes sobre sus actividades en los mercados exteriores. Los debates se centran en el papel específico que van a desempeñar unas y otras Administraciones en la gestión de impulso y apoyo del Comercio Exterior, actualmente desarrollada por una pléyade de entidades públicas y privadas con una actuación que ha venido representando el paradigma de la ineficacia, como consecuencia de la absoluta discordancia: venimos contemplando con preocupación cómo cada uno rema en el sentido que cree adecuado, de modo que el barco permanece estancado….Y, en nuestra humilde opinión, es preciso que los navegantes se pongan de acuerdo para remar armónicamente si queremos que la nave inicie la travesía antes de hundirse definitivamente.
Los balbuceos del Gobierno Central parecen bastante coherentes con lo que proclamaba su partido en el programa electoral: se trataría de aunar esfuerzos y eliminar solapamientos, adelgazando, consecuentemente, el gasto y aplicándolo a utilizaciones más productivas. Racionalidad y eficacia. Y esas primeras manifestaciones y actuaciones que vamos observando en el ámbito del sector exterior – Sr. García-Margallo sobre Oficinas Exteriores gubernamentales y autonómicas; fusión de Invest in Spain en el ICEX, y alguna otra – apuntan en ese sentido: los distintos debates que vienen produciéndose confirman la buena recepción de esos primeros pasos. Igualmente sucede con los nombramientos de primera y segunda línea que van materializándose. Y, personalmente, uno quiere tener la convicción de que todo va a ir desarrollándose en ese sentido, aunque se trate de una tarea, sin duda, complicada.
Tendremos tiempo de entrar en profundidad a medida que se produzcan los acontecimientos, aunque hay actitudes que nos producen cierta confusión, como la propia intervención del Ministro de Asuntos Exteriores en los terrenos de Internacionalización de carácter económico-empresarial, cuya decidida actuación nos parece excelente, pero desconcertante sin la participación del Ministerio de Economía o su Secretaría de Estado de Comercio, o el ICEX quienes, mientras no se ordene en contrario, serían los responsables de esos capítulos.
Y no puedo dejar de mencionar otros aspectos que – sin formar parte de las definiciones de la estructura política de los Ministerios y su funcionalidad, y más allá de la confusión – constituyen motivo de preocupación en estos momentos para muchas Pymes y cuantos apoyamos y promovemos su Internacionalización. Me refiero hoy, en concreto, al Programa PIPE, sin lugar a dudas el de mayor éxito de todos los emprendidos por el ICEX a lo largo de su historia, que ahora se encuentra languideciendo de forma lamentable como consecuencia evidente de la enorme discordancia entre las Administraciones que antes mencionaba: ha quedado paralizado en algunas Autonomías desde el 31 de Diciembre de 2010 y en otras muchas está funcionando sensiblemente disminuido en su efectividad y algunas facetas – inicio de admisiones en los últimos cuatro meses de 2011, escasez evidente en el número de empresas admitidas, práctica suspensión del programa de seguimiento, entre otras – que, desafortunadamente, están dejando exangüe al Programa, mientras contemplamos otras acciones dentro de la Institución que se van promocionando sin traba con inversiones y apoyos desproporcionados en nuestra humilde opinión: quisiera romper una lanza por el relanzamiento del PIPE porque he vivido su efectividad y pienso que es sobre ese tipo de Programas donde debería aplicarse la urgencia y la racionalidad, tanto en su revitalización como en su renovación, sin pausa, para el logro de una mayor eficacia para las Pymes.
Mantengamos la esperanza. Hemos de confiar en la gran capacidad demostrada por los Ministros correspondientes en sus ámbitos de actuación anterior. Igualmente demos un voto de confianza al Secretario e Estado, Jaime García-Legaz, magnífico gestor en sus previas actividades y a la nueva Consejera Delegada del ICEX, Mª del Coriseo González-Izquierdo, gran conocedora de la Institución. Y, sin duda, en los numerosos excelentes profesionales funcionarios y contratados en Administraciones y Cámaras. Hace menos de un mes que el equipo de Gobierno se ha puesto a trabajar: esperemos y observemos.