¿Startup o Pyme?: algunas consideraciones sobre su internacionalización y concepto.

Entrepreneurship_ccDesde los inicios del siglo XXI, y como consecuencia de la revolución digital en que nos encontramos, ha venido produciéndose un cambio en los conceptos y modelos de desarrollo socioeconómicos como no se conocía en toda la historia de la Humanidad. El perfeccionamiento constante de las TIC, conformando una curva de crecimiento exponencial in crescendo vertiginoso a partir de los últimos 15 años, nos obliga a una readaptación permanente de nuestros conocimientos, conceptos y consideraciones, que nos mantiene inmersos en una carrera regular para no perder la perspectiva. Particularmente, en el ámbito empresarial,  donde la Innovación en todos sus frentes constituye un ejercicio indispensable para que la actividad que desarrollamos no deje de tener utilidad so pena de desaparecer.

Y, como ha sucedido repetidamente en el transcurso de los tiempos, ese tipo de cambios trascendentales, que marcan el nacimiento de una nueva Era, se manifiestan con grandes dosis de confusión en las sociedades  en tanto estas llegan a tomar conciencia  de la realidad de las mudanzas y sus inevitables consecuencias.

Dentro de ese contexto en el que ahora vivimos,  en plena traslación a la Era Digital, cuantos en él participamos, conscientemente,  tenemos el deber ético de poner nuestro esfuerzo para evitar el desconcierto y tratar de minimizar sus perniciosas consecuencias. La claridad en los conceptos y la aplicación consecuente de los mismos puede ahorrar enormes frustraciones y optimizar, al tiempo, los resultados de la acción empresarial: la trascendencia de nuestras actuaciones  nos exige una extrema precisión en el uso de nuestras palabras y la explicación de los conceptos.  Especialmente si nuestras exposiciones tienen carácter público, para que la confusión normal del momento no se convierta en un maremágnum de dimensiones incalculables.

A nosotros nos interesa, aquí, cuanto compete a Internacionalización de las Pymes y, ante la persistente utilización de conceptos relativos a las denominadas Startups de manera  un tanto frívola, nos parece conveniente realizar algunas precisiones que dejen claros algunos aspectos para nuestros lectores. Especialmente para cuantos emprendedores inician su camino con las únicas y preciosas armas que poseen: su talento y sus ilusiones. Para ello, comencemos por las definiciones.

En cuanto a las Pymes, de acuerdo con la normativa vigente en la UE, «La categoría de microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYME) está constituida por las que ocupan a menos de 250 personas,  cuyo volumen de negocios anual no excede de 50 millones de euros o cuyo balance general anual no excede de 43 millones de euros». (Extracto del artículo 2 del anexo de la Recomendación 2003/361/CE).

No existe, sin embargo, una definición oficial de “Startup”  y las  que se utilizan son tan variopintas como sus autores:  “Una empresa emergente que, pese a su juventud y falta de recursos, consigue obtener resultados en el mercado actual y pasar a un siguiente nivel estructural  (¿) al ser impulsada por otros inversores o absorbida por empresas ya consolidadas”, según las Recomendaciones a la R.A.E. de Fundéu BBVA;  “Una organización temporal en búsqueda de un modelo de negocio escalable y replicable”, Steve Blank, «Search versus Execute» (March 5, 2012); “Una institución humana diseñada para crear un nuevo producto o servicio, en condiciones de extrema incertidumbre”, Graham Paul, “Startup Equals Growth” (September 2012);   “ Early stage in the life cycle of an enterprise where the entrepreneur moves from the idea stage to securing financing, laying down the basis structure of the business, and initiating operations or trading”, en  BusinessDictionary.com

En resumen: parece claro que el concepto común de “Startup” se aproxima al de una empresa en sus estados iniciales – quizás incluso previos – en los que trata de organizarse y alcanzar una cierta estabilidad operativa que la permita funcionar con regularidad…lo que no la excluye en absoluto de su calidad de Pyme en el momento de constituirse como empresa, de acuerdo con la normativa oficial vigente en la mayoría de los países del mundo,  en términos relativos al número de empleados y cifras de negocio. Sería conveniente, por tanto, añadir algunas características para que, sin dejar de ser una Pyme al constituirse legalmente, quedara encuadrada dentro de un  grupo que las diferencie de las tradicionales. Vayamos a ello.

En nuestro campo de acción – la internacionalización – vemos difícil la diferenciación: para iniciarla, exportando, es preciso estar constituida como empresa, y,  por tanto, registrada como Pyme. Y la vocación global que se atribuye como distintiva de las startups no es ajena a la de muchas Pymes que nacen con espíritu global, independientemente de su actividad. Venimos investigando dese hace años el fenómeno  de las empresas Born Global, sobre el que hemos publicado en este blog varias entradas en las que remarcábamos algunas peculiaridades de ese tipo de empresas, que, ciertamente, parecen ser atribuibles a las Startups (por ejemplo, su uso intensivo de la innovación y las TICs). Pero ello no significa que muchas de nacidas globales no sean Pymes tradicionales que cada vez hacen van haciendo una utilización mayor de herramientas y conceptos avanzados.

Hay otros aspectos que inducen a confusión. La localización y la gestión remota, por ejemplo, que se argumenta como característica particular de las Startups para su globalización, sin detenerse a considerar que tal posibilidad está al alcance de cualquier Microempresa  tradicional. Diseñar unas políticas de marketing digital de alcance internacional  con bajísimos costes comparativos es uno de los argumentos que nosotros tratamos de inculcar a cuantos emprenden la internacionalización de un proyecto empresarial, independientemente de su actividad, tanto si se consideran Startups como si no.

Dentro del mundo de los tópicos ligeros, también vemos que se atribuye a las Startups – como consecuencia de su característica global – la creación de más puestos de empleo que las Pymes tradicionales que, continuando con los tópicos, “ suelen tener un único fundador y crear una media de cuatro puestos de trabajo”, concentrándose en un entorno territorial reducido, con escaso y lento crecimiento, mientras  que las Startups  “son fundadas por equipos en los que los socios tienen habilidades distintas y complementarias” y se expanden por el mundo con mucha mayor facilidad, dando lugar a una cifra mayor de empleo.….Consideraciones que inducen a una gran confusión porque, siempre desde nuestra parcela y experiencia,  las dificultades de internacionalización son similares para unas y otras. Incluso son mucho mayores, en bastantes casos, para las Startups, si su gestión global no ha sido diseñada desde el principio.

En parecidos términos, se vienen expresando públicamente sin el menor rubor multitud de aspectos que convendría sacar a debate por quienes, desde sus conocimientos y experiencia,  podrían contribuir a centrar adecuadamente los conceptos. Modelos de negocio, formas de crecimiento, formas de financiación, alianzas estratégicas, RRHH, uso de redes comerciales, uso de tecnologías avanzadas, I+D, tamaño de las empresas y sus límites, áreas de aplicación, segmentos y ecosistemas, entre muchos otros conceptos, deberían constituir motivo de análisis y preocupación serios.

Aquí, en este pequeño rincón de la Pyme Internacional, quiero hoy resumir que nuestros particulares esfuerzos se concentran en la Innovación de procesos  para la Internacionalización de nuestras queridas empresas, con énfasis en las que comienzan. Con el tratamiento adecuado de acuerdo con sus características particulares de Startup o Pyme tradicional, considerando a ambas incipientes y frágiles por definición . Con la convicción de que las nuevas tecnologías y los medios que la Era Digital pone a su alcance son de necesaria y obligada utilización. Con la certeza de que la cooperación y la especialización global son más sencillas de lo que jamás fueron al disponer de unos medios tecnológicos que permiten barrer cualquier obstáculo hasta hace poco insuperable. Con el trabajo personal y permanente en todos los frentes a nuestro alcance para crear programas de iniciación a la Internacionalización avanzados y adaptados a la realidad  actual en denodada competencia con los que continúan apareciendo ya obsoletos, muy  a nuestro pesar, con el beneplácito – y los fondos  – de Administraciones y Entidades Públicas y privadas que pueden soportarlos…

Todo ello, encaminado al apoyo y el estímulo del ejercicio del talento empresarial de nuestros jóvenes emprendedores, a quienes tratamos de inculcar el uso del sentido común. Comenzando por el principio natural: estamos, ya, en un nivel de desarrollo humano en el que cualquier proyecto empresarial debe – no nacer, sino ser concebido – global. Y todo lo que desde el punto de vista de las expresiones, las palabras y los conceptos se lance con frivolidad y ligereza, sin peso específico alguno, como está sucediendo en el campo de las EBTs con harta frecuencia, no tenemos más opción que rebatirlo. Es nuestro deber.

Nuestros colegas israelíes, que sobre estas disyuntivas tienen tanto que enseñarnos – forman parte de una Startup Nation, como ellos la denominan – saben que la frivolidad es la madre del desastre. Seamos serios, por favor.

Pedro Lalanda II

@plalalanda_II

Fotografía Google con licencia Creative Commons.

Consideraciones sobre la situación actual de la Pyme Internacional (y 4)

a por el mundo

Es tiempo, ahora, de extraer conclusiones de los últimos artículos seriados que venimos publicando en el Blog a partir de las consideraciones efectuadas en todos ellos, con el fin de conseguir una adecuada radiografía y establecer, a partir de ello, algunas propuestas coherentes para que el camino internacional de nuestras Pymes resulte más suave y llevadero.

Y, para conseguir una mejor perspectiva, teniendo en cuenta que los datos que hemos venido analizando se circunscribían a los de 2013, nos ha parecido conveniente llevar a cabo una supervisión de los acontecimientos a lo largo de 2014, recogiendo su evolución hasta el final del primer semestre de 2014, poniendo mayor énfasis en las tendencias que en las propias cifras estadísticas a nuestro alcance con el fin de matizar las consideraciones que fuimos haciendo en nuestros artículos anteriores. Todo ello queda reflejado en la Tabla siguiente:

  Datos1er_semestre_2014

CONCLUSIONES 

En primer lugar, y sin duda alguna, como veíamos en nuestro primer artículo de consideraciones, se ha producido en los tres últimos años un esfuerzo exportador extraordinario por parte de las Pymes productoras de Bienes que, a pesar de lograr unos excelentes resultados que han permitido salvar el equilibrio económico del país,  no han visto concretarse acciones oficiales claras y potentes de apoyo que contribuyan a consolidar la tendencia. Especialmente, por cuanto se refiere a las empresas que interrumpen su acción exterior por diferentes causas, cuyo porcentaje relativo parece incrementarse, aunque, como puede verse en la Tabla 1, se perciba cierta mejoría en el transcurso del primer semestre de este año. En nuestro criterio, es preciso que se tomen medidas urgentes para que esos dos parámetros – esfuerzo exportador de Pymes y reducción del “gap” entre empresas exportadoras totales y regulares – se optimicen, dentro de las limitaciones lógicas de sus tendencias, en función de nuestra realidad económica.

Como segunda conclusión – como veíamos en la parte (2) de nuestros artículos –  resaltábamos que a lo largo de 2013 tuvo lugar una tímida tendencia de incremento de ventas a países terceros, fuera de la Unión Europea, que, sin embargo, ha vuelto a invertirse en el primer semestre de 2014, según comprobamos en la Tabla. Y, aun siendo conscientes de la lógica naturalidad de los mercados europeos para nuestras Pymes, en función de las menores distancias geográficas y administrativas que facilitan nuestras operaciones con ellos, consideramos que la apertura de mercados extracomunitarios es un factor clave para la consolidación de nuestro potencial exportador y nos parece de extrema importancia la adopción de programas encaminados a la diversificación hacia nuevos mercados como garantía de permanencia de cualquier actividad internacional empresarial. En ese sentido, colocar el punto de mira en las distancias culturales y económicas nos parece de obligado cumplimiento.

Igualmente, como confirmaba el análisis llevado a cabo en el mismo artículo, nuestro sector industrial  no ha estado recibiendo una atención muy especial en el último decenio. Y, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que, con ello, se están desperdiciando las  posibilidades de internacionalización inicial y persistente de nuestras Pymes Industriales. Desarrollar acciones tendentes a dar un mayor protagonismo a esas empresas para su internacionalización es, consecuentemente, otra de las obligaciones pendientes.

Y, para resumir nuestras percepciones  fundamentales, deberíamos revisar  nuestro tercer artículo en el que llama poderosamente la atención, dentro del comportamiento exterior de nuestros Servicios, la escasa participación de los de carácter informático – en el que se encuadran las denominadas “startups de base tecnológica” – en el conjunto total de nuestras exportaciones de Bienes y Servicios, a pesar de la enorme importancia y dedicación de recursos y atención que se viene prestando a ese segmento por todos los agentes económicos públicos y privados en los  momentos actuales. Creemos, seriamente, que sería muy conveniente matizar y reconducir las políticas de unos y otros al respecto.

Con todo ello, sugeriríamos una extensa panoplia de actuaciones que excederían, con mucho, los límites de un blog. Tratando de sintetizar, podemos resumir como sigue.

PROPUESTAS

  • Aunque es importante procurar que el esfuerzo exportador no decaiga, cabe prever que la recuperación del consumo interno vaya produciéndose paulatinamente, asumiendo, no obstante, que es poco probable el retorno a los niveles anteriores a la aparición de la crisis. Esa lenta mejoría va a hacer que bastantes Pymes vuelvan a centrar su interés en el mercado doméstico, mucho más asequible para ellas, en detrimento de la expansión internacional. Y, en tal tesitura, nos parece importantísimo concentrarse en Programas de Recuperación de Empresas Exportadoras Discontinuas que iniciaron la exportación en algún momento, pero interrumpieron el proceso, con el propósito de reducir el “gap” que mencionábamos al principio.
  • Es necesario, igualmente, que quienes se inician en su actividad exterior lo hagan con las mejores perspectivas posibles de éxito. Y, para conseguirlo, necesitan una preparación previa correspondiente, actualizada y en consonancia con la situación y el entorno reales en que nos desenvolvemos. Nos parece urgente aplicar Programas Innovadores y Prácticos de Iniciación a la Internacionalización de nuestras Pymes, muy distintos de los que se vienen utilizando, en muchos casos de escasa eficacia y basados en Teorías obsoletas.
  • Es una tarea en la que todos cuantos actuamos en el ámbito de la Internacionalización – Gestores, Formadores, Consultores, Entidades Públicas,  Privadas y Administraciones – hemos de afrontar con decisión. Especialmente las últimas aplicando recursos económicos para que, en la medida de lo posible, esos Programas puedan ser financiados (*) y más fácilmente accesibles a las pequeñas empresas.
  • Es, por otra parte, una tarea urgente, lograr que las Pymes tengan un mejor acceso a la Financiación de sus Proyectos de Expansión Exterior. Y, en tal sentido, el esfuerzo conjunto – de nuevo de las Administraciones y las Entidades Públicas y Privadas Oficiales – resulta fundamental. No solamente con Programas propios de apoyo financiero, sino con su asistencia para facilitar, canalizar y conseguir financiación a través de fondos provenientes de Organismos Multilaterales, UE, etc., que ellas pueden y deben ayudar a gestionar (**).
  • Dentro de las políticas de destinos , y como consecuencia de las tendencias y conclusiones que mencionamos en párrafos anteriores, nos parece que nuestras Pymes deberían dirigir su máximo esfuerzo a la apertura de los Mercados LATAM. En ellos, la distancia cultural y la evidencia de sus economías emergentes, así como su localización geoestratégica – que los constituye en un excelente “trampolín” comercial para el aterrizaje de las Pymes en lo que, sin duda, son los destinos de futuro de Asia, a través del Pacífico – y la potente herramienta del Español como idioma común, hacen que países como Chile, Perú, Colombia o México (e, incluso, algunos estados occidentales de  los EE.UU) concentren la atracción de los esfuerzos de Internacionalización de nuestras empresas.
  • Proponemos, consecuentemente, el establecimiento de Programas de Alianzas Estratégicas entre Pymes de ambos lados, con los objetivos de establecer flujos comercializadores bilaterales en los respectivos países y fomentar la posibilidad de desarrollar Joint –Ventures y acciones conjuntas para afrontar los mercados asiáticos.
  • Juegan aquí, también, un papel relevante las Administraciones que, además de su apoyo para aliviar los obstáculos financieros que antes citábamos, pueden ejercer una labor de primer impacto importantísima de asistencia a las Pymes y sus proyectos en destino a través de un ejercicio inteligente de las Oficinas Comerciales, mediante la oferta de Servicios Innovadores Básicos que coadyuven a las empresas, más allá de los que proporcionan actualmente, en actuaciones más avanzadas  como las de la Inteligencia de Mercados, la Gestión de Partners en Destino o las de apoyo a la Diplomacia Corporativa con acciones conjuntas con programas estatales hoy vigentes.
  • No cabe duda que las Pymes Internacionales, dentro de nuestro Sector Industrial, necesitan impulsos inteligentes e imaginación para encontrar su posición global que las permita salir de la delicada posición en que muchas de ellas se encuentran. Y, aunque el relativo abandono al que se han visto sometidas dura ya demasiados años, nos parece que aún estamos a tiempo de reconducir debidamente la situación. Para ello, como extensión de todos los programas hasta ahora mencionados, cabe una compleja variedad de actuaciones de carácter interno y externo que no vamos a enumerar aquí, excepto las que nos parecen fundamentales para empezar a salir del impass en que nos encontramos.
  • Nos referimos a actuaciones de decisión empresarial interna, como la puesta en marcha de sistemas de Open Innovation para el impulso eficaz de la I+D+i que lleve a la consecución de posicionamientos competitivos en la cadena de valor, el implemento de  Servicios avanzados de Inteligencia Competitiva de/en los distintos mercados y el desarrollo decidido de sistemas de apoyo para la implantación en los mercados elegidos mediante políticas de Multilocalización con todas sus consecuencias. En todas ellas – que pretendemos ir detallando más adelante en este blog – vuelve a resultar casi imprescindible el apoyo de las Administraciones a través de los recursos con los que pueden proporcionar tanto en origen como en destino, sin los cuales la instalación de Pymes Industriales puede resultar harto complicada.
  • Por último, dentro de los capítulos de Internacionalización de los Servicios y las consideraciones que efectuábamos en la entrega 3 de esta serie de consideraciones, queremos resaltar nuestra opinión sobre los de carácter Informático y, dentro de ellos, los que nos parecen una verdadera obsesión generalizada  y probablemente desproporcionada en los momentos actuales y desde hace ya varios años:  las Empresas de Base Tecnológica, denominadas “startups” en el argot en que se desenvuelven, que, sin lugar a dudas, resultan imprescindibles para el desarrollo tecnológico general en la mayoría de los campos de actuación de cualquier empresa, pero cuya importancia –  y, lo que es peor, su carácter y concepto –  creemos que se ha desproporcionado enormemente.  En nuestro criterio se ha hecho un fin de lo que es realmente un medio, yendo en detrimento de lo que constituye el objetivo y soporte básico de cualquier economía: su producción industrial.
  • Las startups representan fehacientemente la gestión más avanzada del talento como aplicación de las TICs,   en cuya cresta de la ola es determinante permanecer. Pero deberían contemplarse, concebirse y entenderse, como herramientas para acelerar y llevar a cabo competitivamente otros propósitos de contenido tecnológico.  Su existencia es necesaria y su contribución al progreso, imprescindible. Pero su verdaderamente positiva utilización nos parece que debería ser valorada por todos los agentes económicos en su justa dimensión.
  • Nos parece, por tanto, concluyente, proponer Programas de Racionalización de EBTs encaminados a su aplicación en áreas ecosistemas concretos:  Cleantech, Life Sciences, Advanced Materials, Advanced ICT,  (en sus acepciones inglesas para un mejor encuadre internacional). Unos programas para cuya concepción y desarrollo es fundamental el establecimiento de un compromiso de colaboración entre las empresas y la Universidad, con el apoyo, a su vez, de las Administraciones – de nuevo las Administraciones – para llevarlos a cabo.
  • Este último aspecto colaborativo entre la Empresa y la Universidad nos parece de extrema importancia. No cabe progreso serio alguno ni competitividad – tampoco en el campo de la Internacionalización de las Pymes – si ese pacto no se asume y ejercita.  Es, en nuestra opinión, la piedra angular de cualquier política de apoyo a emprendedores y jóvenes empresas que pretenda llevar a cabo cualquier Administración que se precie.

En resumen, aunque el horizonte de nuestra Pyme Internacional sigue mostrándose árido y complicado, los análisis confirman que, a pesar de la dureza de las condiciones, su esfuerzo exportador no cede. No dejemos que desista en el empeño y, entre todos, desde nuestros respectivos lugares, hagamos que el arduo camino de la Internacionalización sea más agradable para ella. No la dejemos sola en el esfuerzo: podemos y debemos ayudarla.

Pedro Lalanda II

@plalanda_II

(*) Hemos desarrollado nuestro PIED (Programa de Internacionalización de Empresas Discontinuas) que ha comenzado a impartirse en Agencias de Desarrollo Autonómicas con excelentes resultados.

(**) Referencia especial a los Programas COSME y Horizonte 2020, de la UE, que esperan la participación de nuevas empresas y emprendedores con apoyos financieros  de 2.000 y 70.200 Milllones, respectivamente. 

La Innovación en la Internacionalización de las Pymes

Destacado

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A menudo me gusta recordar a quienes tienen la paciencia de escucharme que – aunque parezca obvio – una de las claves de la permanencia de cualquier empresa en el mercado es la vigilancia constante de los parámetros internos y externos que la afectan, de modo que podamos anticiparnos, mediante la renovación total o parcial correspondiente,  a cualquier cambio que pueda aparecer en el horizonte. Tal   proceso,  que constituye  el desencadenante natural de la  Innovación y que afecta particularmente a los ámbitos Tecnológico, Comercial y Organizativo de la empresa,  debería constituir una práctica natural de vigilancia competitiva y comenzaría antes, incluso, que la propia actividad empresarial, resultante en muchos casos de la idea inicial innovadora.

Hablar de Innovación nos obliga a apoyarnos en innumerables Teorías y Definiciones oficiales, cuyo desarrollo está, aquí, fuera de lugar. Baste citar, como referencia  indispensable, y bases conceptuales de la I+D+i,  a Michael Porter,  que, en su “Ventaja Competitiva de las Naciones” fundamenta el éxito de la empresa en sus estrategias de mejora e innovación, en su voluntad resuelta e competir y en una interpretación realista de su entorno y la forma de mejorarlo.  Igualmente el Manual de Frascati, que define la Investigación como una actividad cuyos fines se circunscriben al incremento del conocimiento, sin perseguir, en principio, aplicación específica del resultado. Del mismo modo, define el  DesarrolloTecnológico  como el trabajo sistemático basado en el conocimiento derivado de la investigación y la experiencia, dirigido a producir nuevos materiales, productos y servicios; a instalarlos o a mejorar sustancialmente  aquellos que estuvieran previamente producidos o instalados. Y, por fin, el Manual de Oslo  nos define la Innovación como la conversión del conocimiento tecnológico en nuevos productos, servicios o procesos para su introducción en el mercado, así como los cambios tecnológicamente significativos en los productos, servicios  o procesos que ya se encuentran en el mercado.

Asumidos todos ellos y proyectándolos al entorno que aquí nos interesa – el de las actividades internacionales de la empresa – conviene resaltar la existencia de  numerosos trabajos cuyos  resultados empíricos  constantes y contundentes  confirman nuestra afirmación contenida en el párrafo inicial de este post en el ámbito internacional: la Innovación es uno de los elementos indispensables, también, del éxito y la continuidad en los mercados exteriores. Más aún si consideramos que la concurrencia de la oferta es muy superior en el “campo de batalla” internacional, incrementando de forma considerable  la dificultad de consecución de ventajas competitivas. Hasta tal punto que cabría plantearse lo que, de forma simplificada, consideramos una teoría basada en la experiencia práctica en la gestión de Consulting  con nuestras empresas durante muchs años: “El proceso de la Internacionalización es Insostenible sin la Innovación que, a su vez, es imposible sin la Investigación”.

Tal dificultad – generalizada para todo tipo de empresas – se agrava de forma considerable cuando la empresa carece de recursos para poder desarrollar el ejercicio básico de la Investigación, avocándola en tales circunstancias a un casi inevitable fracaso en el desarrollo rentable de sus actividades.  De tal modo que las Pymes, por definición escasas de medios, se encuentran en una posición harto desfavorable para llevar a cabo una proyección internacional adecuada: la aplicación de nuestra teoría concluiría, por tanto, que la Internacionalización de las pequeñas empresas constituiría una misión prácticamente imposible ante su incapacidad de desarrollar el proceso innovador desde su inicio. Si, por añadidura, enfocamos nuestro análisis en un segmento de Pymes en auge – las EBT, de base tecnológica, o “startups , perceptoras de un interés creciente desde todos los estamentos económicos, en las que su actividad consiste fundamentalmente en la invención y la innovación – el panorama resultaría verdaderamente sombrío en cuanto a sus propósitos de Internacionalización.

Nuestro propósito, sin embargo, es poner énfasis en la existencia de particularidades claras que hacen que podamos afrontar el panorama con optimismo y la más importante, sin duda, se refiere a la capacidad y el talento de nuestros jóvenes emprendedores y pequeños empresarios: la experiencia práctica nos lleva a la convicción de que sus aptitudes y competencias, unidas a su capacidad imaginativa y creativa les hacen gozar de una posición sobresaliente en el área del emprendimiento…y es desde ese terreno del talento de donde arranca cualquier proyecto de carácter empresarial.  La evidencia de la existencia de la “materia prima” necesaria se ve reflejada en el creciente número de empresas que están apareciendo en la última década con sus objetivos de acción puestos en los mercados exteriores desde su inicio y concepción: ese fenómeno de las “born global” que venimos analizando en algunos de nuestros posts y cuyo activo fundamental es, precisamente, el talento.

La convicción de la existencia de muchos proyectos  de pymes con capacidad y talento para innovar y competir en los mercados exteriores, nos impulsa a lanzar un mensaje de esperanza y proponer un análisis en mayor profundidad de sus debilidades  en el campo de la innovación, que se concentran en la carencia de los medios a su alcance en los estadios básicos del proceso I+D+i y en los financieros para llevar a la práctica la gestión real de los proyectos en los mercados internacionales, así como a proponer a quienes pueden contribuir con sus recursos – instituciones oficiales, organizaciones financieras públicas y privadas, universidades, grandes empresas, entre otros – a la resolución de tales carencias, para beneficio de todos ellos.

Iremos desgranando tales inquietudes en próximas publicaciones.

P. Lalanda II