El fenómeno «Born Global» y las Pymes. (I)

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La internacionalización de la empresa, considerada como un proceso de actuación más allá de las fronteras domésticas, tal como lo definieron Welch y Loustarienen en 1988, ha ido acelerándose muy significativamente durante las tres últimas décadas, al tiempo que, paralelamente, crecía en complejidad. A ello ha contribuido en gran medida la globalización  de los mercados, derivada de la integración económica, con la Unión Europea como ejemplo más representativo, y el desarrollo vertiginoso de las TICs. Y a esos aspectos fundamentales,  habría que añadir el perfeccionamiento paulatino de los sistemas tecnológicos de producción y de los medios de transporte, en todos los niveles, que ha devenido en un abaratamiento relativo de costes y una mayor facilidad logística para el movimiento global de mercancías.

Con tan drástica evolución, la superación de muchos de los obstáculos para el desarrollo de la expansión internacional, que antes estaban solamente al alcance de las grandes empresas, han ido desapareciendo, abriendo el acceso a los mercados exteriores a un creciente número de nuevas empresas, al margen de su tamaño, experiencia o capacidad de recursos.

En el proceso de Internacionalización – como en otras formas del crecimiento empresarial –  una buena parte de los condicionantes de éxito o fracaso se deriva de la toma de decisiones acertadas que no caben sin el conocimiento de las características particulares de los mercados. Y para ello, la información para el análisis ponderado es imperativa en todas las fases del proceso. Es, precisamente, ese capítulo el que ha evolucionado vertiginosamente en los últimos años; hasta tal punto,  que los conceptos que han venido enmarcando el proceso de expansión exterior, deben ser reconsiderados y adaptados a las circunstancias actuales so pena de que el esfuerzo exportador quede abocado al fracaso.

Sin entrar en profundidades teóricas, aquí fuera de lugar, cabría resumir que el modelo vigente tradicional de Upssala – expuesto por Johanson y Vahlne en 1977 y 1990, que plantean el proceso de internacionalización de forma gradual, armónica y paulatina –  comienza a cuestionarse ante la aparición persistentemente creciente de empresas compitiendo con éxito en los mercados fuera de los márgenes que enmarcan tal patrón de desarrollo.

Se trata de las denominadas, en términos anglosajones, “BORN GLOBAL”. Pymes, incluso microempresas en muchos casos,  que, como su nombre indica, nacen prácticamente para actuar en los mercados exteriores. Presentan unos rasgos típicos que podríamos resumir del siguiente modo:

–         Funcionan activamente en los mercados internacionales desde su inicio o en los primeros años de su existencia.

–         Son escasas en recursos humanos, financieros y de activos tangibles, pero poseen grandes recursos intangibles (conocimiento).

–         Sus directivos y/o fundadores tienen una base emprendedora  internacional, orientada al riesgo y la pro-actividad competitiva.

–         Hacen un aprovechamiento intensivo de las TICs cuya utilización  dominan

–         Se decantan por estrategias competitivas basadas en la calidad y la concentración en segmentos muy enfocados.

–         Utilizan, básicamente, el partnership, las redes y las alianzas en los mercados de destino.

–         Se identifican en una gran cantidad de sectores – no sólo de altas tecnologías – en los que la innovación suele ser común.

El comportamiento de las Born Global en el proceso de internacionalización desborda todos los cauces del procedimiento tradicional, pero su éxito en la consecución de resultados más o menos inmediatos, a la hora de operar en mercados exteriores, es evidente. Su existencia, modus operandi y sostenibilidad creciente en los mercados, conforman un fenómeno novedoso de importancia todavía imposible de valorar que no podemos dejar de analizar y, en su caso, intentar utilizar. Solamente se trata, ahora y aquí, de llamar la atención sobre el mismo, por el indudable interés que puede representar para las Pymes que inician la aventura de la internacionalización.

Sirvan estos breves apuntes como introducción de un tema interesantísimo sobre el que continuaremos profundizando y extrayendo conclusiones en próximas entregas.

Pedro Lalanda II